Se fue Andres, un militante por la Igualdad

Estimadas/os Compañeras/os:

Lamentamos informar que nuestro amigo y compañero Andrés Dadamia fue víctima de un asalto en Nicaragua el pasado jueves 31 de julio, ocasión en la que recibió heridas mortales; estuvo hospitalizado y falleció el domingo siguiente, 3 de agosto.

Andrés era un ser libre y comprometido con la lucha de los desposeídos. Había salido de Buenos Aires hace poco más de seis meses a recorrer la América profunda. Fue así que recorrió los pueblos de Bolivia, Perú, Colombia, Panamá y Costa Rica y, paradoja del destino, a este militante por la igualdad se le fue la vida en un barrio de Managua de la mano de aquellos por quienes comprometió su vida. Víctima de una víctima del sistema que combatía sonrisa en mano, mascullando verdades y buscando más y más adentro suyo para ser mejor.

"Mientras tanto creo que la libertad del hombre se mide por su desnudez, por su despojamiento y yo quiero estar cada vez más desnudo y despojado, con eso me voy encontrando y voy siendo feliz en el trayecto", decía en uno de sus últimos correos electrónicos a un compañero en Buenos Aires.

Andrés trabajó en la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad hasta poco tiempo antes de emprender su último viaje y fue vocal en el Instituto Espacio para la Memoria. Como estudiante de Comunicación Social en la UBA fue el responsable del área universitaria de Jóvenes por la Igualdad y luego Secretario de Organización de JxI Capital. En el 2007 integró el comité de campaña electoral que llevó a Elisa Carrió a ser la candidata más votada del distrito

Sus restos serán repatriados mañana (sábado) y el domingo 10 inhumados en su Chacabuco natal, en la casa de sepelios Olivetto en Rivadavia 181 donde se realizara el velatorio hasta las 17hs y luego se dirigirá al cementerio de dicha localidad.

Quienes lo queremos lo recordaremos con resignación, pero no podremos evitar que se nos escape una sonrisa al imaginarlo de nuevo, porque es eso lo que nos generó siempre. Y entonces quizás su recuerdo nos dará más fuerzas, y saldremos a honrar su paso por nosotros.

Dicen que todos fantaseamos con espiar desde algún lado nuestra muerte y contar desde allí cuantos nos lloran. Con dolor decimos hoy que en ese aspecto Andrés puede darse por satisfecho.

Valió la pena conocerlo, pero ¡cómo te vamos a extrañar Andrés!

Jóvenes por la Igualdad



Que lindo saber tanto de ese viaje al Dadamia profundo!!

Me alegro mucho hermano que todo esté tan así, que no haya razón constante para las cosas y te muevas como un gran barrilete cósmico por ahi, por la vida nomas..
6 meses es mucho tiempo.. muy buena idea la de ir para Cuba... creo que sería la cereza de la torta..

Justo en estos dias estuve subiendo a mi nueva pagina (esaaaa jajajaj www.damiancaputo. com.ar) los escritos de mi viajecito (humilde ahora al lado de tu travesía) y la verdad que uno recobra la claridad de la que hablamos en esos plenarios tantas veces.. el estar en ese vasto campo de batalla que es latinoamérica, donde todos los días se sigue jugando la vida la historia, aún.

Me hiciste reir con lo de la ruleta.. no esperaba menos de un delirante de tu calaña..! jajja me imagino tu cara y no paro re reirme!! eso mismito es la vida, no? soltar las riendas..

Respecto a Mexico, avisame cuando estés ahi que te paso los contactos de algunos amigos adherentes a la Otra Campaña.. de todos modos si queres adentrarte al mundo EZ deberás sí o sí meterte en la Lacandona.. si entras por el SE andá a alguno de los Caracoles, (ahi está la papa) cosa que creo no debés perderte por nada.

Bueno compadre, quizás al leer tu relato, además de la alegria obvia de saberte bien y contento, sentí cierta nostalgia por el Andrés que conocí y que ya no volveré a ver.. porque apuesto que el que camina por esas calles y el que reencuentre en un abrazo, poco tendrá que ver con aquel que se fue hace meses.

Te abrazo fuerte hermano y brindo por ello.

Caputo.


Dami querido, como va?? No sabes como me alegra recibir un mail tuyo, viene en un buen momento, además de que me pone muy feliz enterarme que ha salido tu disco, sos una máquina a vapor que avanza y avanza conquistando caminos, sos imparable.

Te escribo desde la habitación de un hotel en Panamá que comparto con una inglesa que vino desde Costa Rica para que nos encontremos. Llegué a este país hace 4 días, luego de cruzar en barco el punto más difícil y costoso del recorrido, la zona del Daríen.

Como ya sabés llevo 6 meses cumplidos de viaje y este último se ha convertido sin lugar a dudas en el más duro y complicado, y no solo desde el punto de vista de la economía de guerra que llevo sino por la interpelación inédita que la nostalgia empieza a hacerme. Hasta hace una semana afirmaba que no necesitaba ni extrañaba a nadie, pero lo cierto es que el atenazamiento entre las dificultades económicas y la lejanía espacio - temporal van afectando el ánimo y uno se vuelve un poco más estúpido que lo normal.

He pasado muchas etapas en este viaje que, sin embargo, viene saliendo de maravillas. Durante todo este tiempo me la he ido rebuscando para seguir viaje y guardando algún dinero de reserva para ver si puedo cruzar a Cuba para el aniversario de la Revolución. Estoy tirando con lo que pueda vender de la artesanía que aprendí trabajando en una comunidad indígena de Colombia, pero en Panamá no funciona –hay tantos indígenas que ya lo tienen sistematizado- y otros trabajos me obligarían a ser un explotado más (averigüé para lavar carros) e instalarme demasiado tiempo en un país dolarizado, cosa que no quiero porque me retrasaría demasiado.

También fui campesino durante un mes, me inventé como investigador y terminé siendo aprendiz de marinero con un capitán mal humorado que me cobró menos para contratarme como ayudante y cruzar el Darién recorriendo, a su vez, el archipiélago de San Blas. Sin bien llegué pensando en gastar no más de 70 dólares para cruzar Panamá y Costa Rica, tuve que retirar dinero por la falta de laburo y la visita de la inglesa (una hermosura rubiacon la que gruerreamos mañana tarde y noche) así que hace dos días, desahuciado por no tener alternativas laborales y esperando mi bus de regreso al hotel, al levantar la mirada me encontré con la puerta de un casino enfrente mío. Lo miré con tantas ganas que el mismísimo impulso de mi pensamiento me hizo levantar y caminar instintivamente. Entré y aposté 5 dólares de los 17 que me quedaban, al rojo. Falló. Tomé inmediatamente lo diez que quedaban en mi bolsillo y los coloqué insistentemente sobre el mismo color; también falló; me quedé sin dinero y las reservas estratégicas tambalearon jajaj la carne es trémula!! Pero me divertí mucho conmigo mismo en ese absurdo juego cínico y macabro con el destino, más me aprieta más me despojo.

De lo que estoy convencido es que el viaje a tenido un viraje tal que me ha permitido hacerlo más despreocupado por mí, entrando en un proceso de desprendimiento permanente y gradual de pensamientos banales y preocupaciones inconducentes. Aun recuerdo el momento en que te pregunté en el estacionamiento subterraneo de no sé que lugar de Bs As, en plena campaña, como llegar a México por tierra. En aquel momento todo era suposiciones y planeamientos sin muchos sustentos, pero en estos momentos estoy convencido que si nada importante me obliga a volver, no habrá ninguna cuestión material capaz de detener esta búsqueda.

De todas maneras estoy convencido de que soy nadie, el fantasma feo de un bagre, como dice Solari y tal vez por eso pueda hacerlo. Voy transitando con ideas inocuas y abstractas que no tienen más sentido que el de la posibilidad, el de la potencialidad; y es ahí en donde creo que hay que jugarle el ancho a la vida, buscarle el intersticio de distracción y ofrecerle el sentido que se obsesiona en ocultar; y aunque yo no crea que se encuentre en la felicidad individual, solo nos queda seguir utilizándola a medida y sin abusos para poder soportar este tipo de existencia. Mientras tanto creo que la libertad del hombre se mide por su desnudez, por su despojamiento y yo quiero estar cada vez más desnudo y despojado, con eso me voy encontrando y voy siendo feliz en el trayecto.

Mientras tanto Colombia me deja, luego de 4 meses, la seguridad de que no era el lugar oportuno para ofrecer mis humildes esfuerzos, aunque a su vez he podido establecer buenas relaciones con dirigentes indígenas nacionales que vienen mostrando una política crítica a lo que vienen haciendo las FARC en los últimos años. Personalmente creo que han caído en desviaciones ideológicas incorrectas para un ejército revolucionario, aunque también podrían analizarse como propias del tiempo que llevan y de los intereses económicos y geográficos de la zona en que luchan; era preciso seguir viaje.

El nuevo viaje es más más rabioso, más intempestivo. Creo que voy a estar poco en panamá y Costa Rica, cruzando lo antes posible a Honduras, El salvador, Guatemala y su frontera con México, que no solo me dijeron que es bien linda sino también bien picante…y ahí esta el EZLN, de lo que ya tendremos que hablar…

Por lo pronto te dejo un saludo muy grande y un deseo profundo de que las cosas te salgan bien; hace unos años hiciste una apuesta muy grande y la venís sosteniendo contra las dificultades, y aunque no lo creas no hay muchas personas que finalmente se entreguen a lo que piensan sin medir los riesgos, entregándose a la incertidumbre futura y negando las comodidades de una vida resuelta, eso tal vez te haga distinto a la mayoría de los hombres y esa es tu victoria.

También te extraño y esperaba este mail, ya tendremos tiempo de charlar más tendido. Exitos y garra, mucha garra.

Saludos a todos los compas…

PD: pude ver algo de Palermo y es muy bueno lo que están haciendo, lo que no sé es como marcha el centro cultural.

PD1: Perdón por la mala redacción y la mezcla de historias mal contadas pero no tengo más tiempo!!!

Salutte


“EL MACHO DE AMÉRICA”

Andrés era un tipo apasionado. Y se le notaba.
Era un fanático de todo lo que hacía, y hacía muchas cosas.
La política, el futbol y las mujeres son las pasiones de casi toda mesa masculina, pero él llevaba esas tres pasiones con mucho estilo.
Andrés era, ante todo, un conquistador. A las chicas las seducía con su facha, con su sonrisa pícara y con esa convicción de ganador relajado; a nosotros nos metía en sus bolsillos con algún comentario al pasar que nos robaba una carcajada, mezclado entre alguna reflexión sobre Gramsci, y esa impronta de escuela de la vida con la que nos mostraba lo bien que le salían las cosas, lo bien que se la podía pasar.
Las mujeres quedaban encantadas con él, y a él le encantaban las mujeres. Y ahí, quien sabe si por la filosofía del “todo suma” o por ser un aplicador también en este campo de la ideología de la igualdad, no dejaba a ninguna sintiéndose poca cosa para él.

Andrés amaba a su agrupación política casi tanto como al Che Guevara, y lo decía cada vez que podía.

Argumentaba cada posición, y lo hacía con la responsabilidad de saber que su voz era escuchada. En el salón de Pasco 689 todavía debe sonar el eco de algún “ciertamente” suyo, dicho antes de alguna frase de las que nos dejaban pensando.
En ese salón, y ya con él de viaje, un compañero dijo ante el visible abatimiento político de muchos de nosotros, “acá falta Andrés”, y todos lo entendimos.
Andrés trabajó en la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad hasta poco tiempo antes de subirse al primer micro, y en virtud de ello fue vocal en el Instituto Espacio para la Memoria. Como estudiante de Comunicación Social en la UBA fue el responsable del área universitaria de Jóvenes por la Igualdad, y luego el Secretario de Organización de todo JxI Capital. En el 2007 fue encargado de Organización, en la Ciudad de Buenos Aires, de la campaña que llevó a Carrió a ser la candidata más votada del distrito.
Pero Andrés era un ser libre. Y, al igual que cuando llegó a Buenos Aires desde su Chacabuco natal, con la responsabilidad cumplida se fue a conocer el mundo y su gente, y a conocerse a sí mismo. Atravesó en 7 meses Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y Costa Rica; y Nicaragua no la atravesó. En su gran ciudad dejó la vida, seguramente de la mano de alguno de aquellos por quien Andrés hubiese dejado la vida.
Son las paradojas de este sistema de recontra mierda del que un selecto grupo de hijos de puta nos tienen presos, y que cada día nos levantamos -y nos seguiremos levantando- con ganas de transformar.
En esa lucha quienes lo queremos lo recordaremos con resignación, pero no podremos evitar que se nos escape una sonrisa al imaginarlo de nuevo, porque es eso lo que nos generó siempre. Y entonces quizás su recuerdo nos dará más fuerzas, y saldremos a honrar su paso por nosotros.
Dicen que todos fantaseamos con espiar desde algún lado nuestra muerte y contar desde allí cuantos nos lloran. Con dolor decimos hoy que en ese aspecto Andrés puede darse por satisfecho.
Valió la pena conocerlo, ¡pero como te vamos a extrañar compañero Dadamia!