Ante la situación del país, las y los Jóvenes por la Igualdad (JxI) expresamos:
Creemos imprescindible la construcción de una sociedad plural y democrática que reconozca a toda persona como sujeto político y no como enemigo.
Es irresponsable que la Presidenta de la Nación utilice la violencia en cualquiera de sus formas, ya se fomentándola, ejerciéndola o consintiéndola, es tan irresponsable que la convierte en la única culpable de cualquier hecho de violencia que suceda en la argentina en el marco del conflicto que hace días tiene en vilo al nuestro pueblo.
El gobierno es hoy víctima de su propio modelo hegemónico y de acumulación, construcción que se basó en el achicamiento de los caminos institucionales asfixiando hasta el suspiro la posibilidad de debate comprometido. Sustentando su poder político en la humillación y cooptación, negando la pluralidad que lo lleva a agotarse en si mismo al momento de buscar apoyos, negando la posibilidad de desarrollo económico y social de las provincias al concentrar -vía superpoderes- los recursos del Estado e ignorando una reforma en el sistema de coparticipació n.
Niega el federalismo, concentrando facultades y poder, debilitando la democracia y reduciendo la republica a un unicato donde los gobernadores no son mas que chasquis del gobierno central.
El poder ejecutivo nacional miente descaradamente utilizando argumentos que intentan construir un falso dilema respecto al modelo de país.
Es inconsistente, en términos de política económica, decir que vía retenciones se garantiza la distribución de la riqueza, se desarrollan las economías regionales, se controla los precios del mercado interno o se diseña un sistema que desalienta el monocultivo, es inconsistente y muestra un alto nivel de improvisación.
Es cínico el argumento ideológico respecto a la intervención estatal para achicar la brecha de rentabilidad y así aproximarse a la justicia social, cuando el achicamiento de la rentabilidad es dirigida sólo a unos de los sectores productivos dejando de lado las ganancias extraordinarias producidas por la minería, el petróleo o la pesca. Es peligrosa e irresponsable la estigmatizació n que hace de aquellos que protestan frente a una medida que les parece injusta, denominándolos golpistas; es fascista su modo de disputar la iniciativa política al enviar fuerzas de choque para reprimir; es triste notar su extraordinaria contradicción respecto a los derechos humanos.
El kirchnerismo no tiene políticas para la distribución del ingreso, basta ver que no se promueve una reforma real del sistema tributario que sigue siendo regresivo, que esconde y emparcha el problema inflacionario perpetuando la intervención del INDEK sin enfrentarse a los oligopolios formadores de precios, que no se plantea generar un ingreso universal y continúa con políticas asistenciales focalizadas. Descansa en la caída de la tasa de desempleo, mas no toma acciones para atacar las condiciones de precariedad laboral del 45% de los asalariados y pacta con Moyano un acuerdo salarial de imposición hacia los otros sindicatos con topes de aumento, dejando fuera de discusión las verdaderas reivindicaciones en las condiciones laborales de todos los asalariados.
Tampoco ha tenido ni tiene políticas agropecuarias serias, no reconoce a un sector heterogéneo y omite en su análisis que no existe un solo tipo de “campo” ni de productores agropecuarios. Lo que está en juego es la soberanía alimentaría de un país y, por lo tanto, se necesitan medidas integrales que ataquen de raíz el problema de falta de diversificació n en la producción agropecuaria y la concentración de nuestras tierras y los modos de producción.
Los pooles y fidecomisos de siembra son los grupos concentrados. Por ello hay que emprender políticas activas que pongan un freno a las sociedades estrictamente financieras, las que con bajo riesgo de inversión buscan negocios inmediatos y altamente rentables.
Este país, su pueblo, su historia, no quiere ni merece, que por incapacidad del gobierno se lo lleve a una división antagónica. No hay derecho, que para salvar una errónea decisión oficial se manipule y se utilice como válvula de escape la dicotomía ficticia de “oligarquía vs. pueblo”.
Porque si entendemos a oligarquías como grupos concentrados con influencia en las decisiones de gobierno, hoy nos encontramos con otras oligarquías:
La oligarquía de los recursos naturales, que con una inexplicable impunidad saquean, destruyen y entregan nuestras riquezas. Sin controles de extracción ni de impacto ambiental avanzan indiscriminadamente hacia la explotación minera, la pesca y los hidrocarburos. Mientras que en vías de una supuesta nacionalizació n el gobierno nacional utiliza testaferros para comprar parte de YPF con el único objetivo de acrecentar su patrimonio K.
La oligarquía de la obra pública concentrada en los grandes grupos económicos de siempre y que con el gerenciamiento del Ministerio de Planificación se distribuye arbitrariamente fondos entre provincias y grupos constructores, se utiliza como medio de cooptación y -vía sobreprecios- se aleja de la distribución del ingreso y acrecienta la caja oficial.
La oligarquía de los señores del Juego, generadora de miles de millones, con empresarios intocables, con ausencia de control que lleva a la evasión impositiva y lavado de dinero. Millones que deberían ser destinados para la política social, hoy están en manos de empresarios K.
Ante los grupos de poder económico concentrado, nuestra respuesta será: el cumplimiento irrestricto de la ley; una conducta intransigente en la gestión con transparencia y honestidad; una profunda y clara opción por las personas más castigadas de nuestro país, para desarrollar su autonomía y dignidad. Ese es el modelo que queremos lograr.
Por respeto a los que no están, por el reconocimiento a su lucha en pos de la democracia y la justicia social, por responsabilidad hacia las generaciones por venir, por el presente que debemos preservar: llamamos a todos los argentinos, oficialistas, opositores o independientes, y fundamentalmente a los jóvenes, Kirchneristas y no Kirchneristas, a la práctica cotidiana de la Paz, el diálogo y la No Violencia. Nuestra generación tiene un papel central en garantizar un método posible para la construcción de una sociedad basada en la verdad y la justicia, y es así, de esta manera, como seguiremos consolidando la Democracia de todos y todas.
JOVENES POR LA IGUALDAD
Abril 2008
Creemos imprescindible la construcción de una sociedad plural y democrática que reconozca a toda persona como sujeto político y no como enemigo.
Es irresponsable que la Presidenta de la Nación utilice la violencia en cualquiera de sus formas, ya se fomentándola, ejerciéndola o consintiéndola, es tan irresponsable que la convierte en la única culpable de cualquier hecho de violencia que suceda en la argentina en el marco del conflicto que hace días tiene en vilo al nuestro pueblo.
El gobierno es hoy víctima de su propio modelo hegemónico y de acumulación, construcción que se basó en el achicamiento de los caminos institucionales asfixiando hasta el suspiro la posibilidad de debate comprometido. Sustentando su poder político en la humillación y cooptación, negando la pluralidad que lo lleva a agotarse en si mismo al momento de buscar apoyos, negando la posibilidad de desarrollo económico y social de las provincias al concentrar -vía superpoderes- los recursos del Estado e ignorando una reforma en el sistema de coparticipació n.
Niega el federalismo, concentrando facultades y poder, debilitando la democracia y reduciendo la republica a un unicato donde los gobernadores no son mas que chasquis del gobierno central.
El poder ejecutivo nacional miente descaradamente utilizando argumentos que intentan construir un falso dilema respecto al modelo de país.
Es inconsistente, en términos de política económica, decir que vía retenciones se garantiza la distribución de la riqueza, se desarrollan las economías regionales, se controla los precios del mercado interno o se diseña un sistema que desalienta el monocultivo, es inconsistente y muestra un alto nivel de improvisación.
Es cínico el argumento ideológico respecto a la intervención estatal para achicar la brecha de rentabilidad y así aproximarse a la justicia social, cuando el achicamiento de la rentabilidad es dirigida sólo a unos de los sectores productivos dejando de lado las ganancias extraordinarias producidas por la minería, el petróleo o la pesca. Es peligrosa e irresponsable la estigmatizació n que hace de aquellos que protestan frente a una medida que les parece injusta, denominándolos golpistas; es fascista su modo de disputar la iniciativa política al enviar fuerzas de choque para reprimir; es triste notar su extraordinaria contradicción respecto a los derechos humanos.
El kirchnerismo no tiene políticas para la distribución del ingreso, basta ver que no se promueve una reforma real del sistema tributario que sigue siendo regresivo, que esconde y emparcha el problema inflacionario perpetuando la intervención del INDEK sin enfrentarse a los oligopolios formadores de precios, que no se plantea generar un ingreso universal y continúa con políticas asistenciales focalizadas. Descansa en la caída de la tasa de desempleo, mas no toma acciones para atacar las condiciones de precariedad laboral del 45% de los asalariados y pacta con Moyano un acuerdo salarial de imposición hacia los otros sindicatos con topes de aumento, dejando fuera de discusión las verdaderas reivindicaciones en las condiciones laborales de todos los asalariados.
Tampoco ha tenido ni tiene políticas agropecuarias serias, no reconoce a un sector heterogéneo y omite en su análisis que no existe un solo tipo de “campo” ni de productores agropecuarios. Lo que está en juego es la soberanía alimentaría de un país y, por lo tanto, se necesitan medidas integrales que ataquen de raíz el problema de falta de diversificació n en la producción agropecuaria y la concentración de nuestras tierras y los modos de producción.
Los pooles y fidecomisos de siembra son los grupos concentrados. Por ello hay que emprender políticas activas que pongan un freno a las sociedades estrictamente financieras, las que con bajo riesgo de inversión buscan negocios inmediatos y altamente rentables.
Este país, su pueblo, su historia, no quiere ni merece, que por incapacidad del gobierno se lo lleve a una división antagónica. No hay derecho, que para salvar una errónea decisión oficial se manipule y se utilice como válvula de escape la dicotomía ficticia de “oligarquía vs. pueblo”.
Porque si entendemos a oligarquías como grupos concentrados con influencia en las decisiones de gobierno, hoy nos encontramos con otras oligarquías:
La oligarquía de los recursos naturales, que con una inexplicable impunidad saquean, destruyen y entregan nuestras riquezas. Sin controles de extracción ni de impacto ambiental avanzan indiscriminadamente hacia la explotación minera, la pesca y los hidrocarburos. Mientras que en vías de una supuesta nacionalizació n el gobierno nacional utiliza testaferros para comprar parte de YPF con el único objetivo de acrecentar su patrimonio K.
La oligarquía de la obra pública concentrada en los grandes grupos económicos de siempre y que con el gerenciamiento del Ministerio de Planificación se distribuye arbitrariamente fondos entre provincias y grupos constructores, se utiliza como medio de cooptación y -vía sobreprecios- se aleja de la distribución del ingreso y acrecienta la caja oficial.
La oligarquía de los señores del Juego, generadora de miles de millones, con empresarios intocables, con ausencia de control que lleva a la evasión impositiva y lavado de dinero. Millones que deberían ser destinados para la política social, hoy están en manos de empresarios K.
Ante los grupos de poder económico concentrado, nuestra respuesta será: el cumplimiento irrestricto de la ley; una conducta intransigente en la gestión con transparencia y honestidad; una profunda y clara opción por las personas más castigadas de nuestro país, para desarrollar su autonomía y dignidad. Ese es el modelo que queremos lograr.
Por respeto a los que no están, por el reconocimiento a su lucha en pos de la democracia y la justicia social, por responsabilidad hacia las generaciones por venir, por el presente que debemos preservar: llamamos a todos los argentinos, oficialistas, opositores o independientes, y fundamentalmente a los jóvenes, Kirchneristas y no Kirchneristas, a la práctica cotidiana de la Paz, el diálogo y la No Violencia. Nuestra generación tiene un papel central en garantizar un método posible para la construcción de una sociedad basada en la verdad y la justicia, y es así, de esta manera, como seguiremos consolidando la Democracia de todos y todas.
JOVENES POR LA IGUALDAD
Abril 2008
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